Las redes sociales y la publicidad inciden en la construcción de nuestra identidad. Nuestra percepción e interacción con estas propuestas está íntimamente vinculado a nuestra salud mental.
El uso de las redes sociales ha incrementado hasta un 70% los niveles de ansiedad y depresión de los últimos 25 años (afectando la calidad de vida de muchas personas) ya que el constante bombardeo de imágenes manipuladas digitalmente ha intensificado la exposición de cuerpos en apariencia “perfectos”, lo que despierta muchas inseguridades particularmente en las personas más jóvenes que con el afán de encajar en los cánones de belleza impuestos se ven presionadas a ocultar sus “imperfecciones”, rechazando con ello también parte de su identidad y cargando en silencio con esta batalla interna por el temor a ser excluidas en la sociedad, sin espacios de tolerancia para ventilarlo y sin el apoyo profesional necesario.
La publicidad expuesta en los medios de comunicación y las redes sociales proyecta la imagen de un supuesto “ideal femenino”, un concepto explotado por las estrategias de mercadeo pero que poco se ha reflexionado sobre cómo impacta en el autoestima de las mujeres.
Desde la sociedad civil, los artistas podemos aportar al cambio positivo de narrativas y promover el auto reconocimiento tanto es espacios públicos seguros, como en redes sociales.
Interactuar con fotografías editadas se ha vuelto una experiencia visual diaria, con la que poco a poco nos vamos acostumbrando sin cuestionarla y entrando en momentos de un auto juicio muy duro, sobretodo las mujeres, es por eso que desde el poder que tenemos hoy en día de compartir imágenes en el mundo digital, como fotógrafa y mujer, quiero compartir mi primer proyecto donde podemos apreciar texturas reales de la piel, acompañado de historias de vida que nos hacen ampliar los complejos que son los caminos individuales y la experiencia que nos pueden compartir para normalizar el ver pieles verdaderas en nuestro mundo digital y promover contenidos que aportan a nuestra salud mental, que nos incluyen, por tener también una piel imperfecta, piel que guarda nuestra historia.
Comparto las primeras historias de tres chicas salvadoreñas que voluntariamente me permitieron tomarles fotografías de sus rostros, detalles e historia en algunos años de su vida:
Evi y sus cambios de peso en la adolescencia, huellas que quedan en la piel y alimentarte con amor y conciencia.
Mi nombre es Evelyn, me gusta que me digan Evi. Me encanta todo lo relacionado con el arte, con crear. Desde pequeña me ha gustado mucho bailar, actuar, modelar; también he aprendido sola a bordar y es algo que me resulta muy terapeútico.
Personalmente he tenido una experiencia con mis marcas en mi piel, con mis estrías principalmente. Yo crecí muy rápido, tenía una estatura promedio cuando estaba pequeña, pero de repente aumenté mucho de altura y me empezaron a salir muchas marcas en mis rodillas, en mis pechos, en mis muslos; sé que es muy normal, pero a mi personalmente me frustraron bastante por muchos años, traté de esconderlas, lo cual ahora es muy desafiante venir y tener el objetivo de mostrarlas públicamente. Mis estrías se formaron más porque antes yo era gordita y pasé por una época de depresión donde no me alimentaba bien, sufría bastante de salud, me desmayaba mucho, tenía problemas emocionales muy serios en mi hogar y a raíz de eso bajé bastante de peso, fue ahí donde las estrías se hicieron más notorias en mi piel.
Luego de eso gracias a una amiga nutricionista, han pasado años en los cuales he tratado de subir de peso, ahora estoy más sana, me alimento más saludable, pero de igual manera tengo las marcas en mi piel. Recuerdo desde hace muchos años que traté de esconderlas de muchas maneras, poner remedios caseros, cremas carísimas, y no me servían de nada, pero ahora trabajo desde hace unos años para una marca de zapatos, lo cual me ha servido como una lección de vida porque ahora las muestro y eso no es un problema en mi trabajo, entonces siento que a veces la vida te demuestra que hay belleza en todo, hasta en los “defectos” que uno se pueda ver, y creo que eso es muy especial porque siento que ahora puedo abrazar estas características mías: las estrías, las celulitis, mis rollitos, mis ojeras, todo lo que yo me mire, y ahora puedo sentirme cómoda en mi propia piel, que es parte de mi cuerpo, parte de mi ser, y gracias a él, estoy teniendo ésta experiencia humana que es la razón por la cual debo estar tan agradecida.
Kay: Ser creativa y curiosa en tu estilo personal no define tu calidad humana o capacidad intelectual.
Soy Kay, me encanta todo lo relacionado con las artes plásticas, en su mayoría pintar, esculpir o dibujar.
Desde pequeña me gustó jugar con mi físico, conforme fue pasando el tiempo, fui creciendo y también haciendo cambios y experimentando cada vez más con mi estética, con mi ropa, mis accesorios y principalmente mi cabello. La sociedad dice que hombres cabello corto y mujeres cabello largo, pero yo nunca me sentí completamente cómoda con el cabello largo, así que desde los 16 años comencé cortándolo a la altura de los hombros, y cada vez más y más, y era innegable que iba sintiéndome más cómoda con mi yo exterior, con lo que veía en el espejo, probé varios cortes y también muchos colores en el cabello. A los 18 me hice mis primeros tatuajes, y seguí haciéndome más, aceptando que sería muy difícil luego, conseguir un trabajo en un país donde los tatuajes, piercings o cabello muy corto en mujeres aún está muy satanizado, pero confiando en mí, confiando y creyendo en que puedo y que soy capaz de crearme mi propio camino. Los cambios que hice, que hago o que haré con mi físico, los hago por mí, por que me hace sentir bien, he aprendido que la aceptación de terceros no debe influir en las cosas que hago o dejo de hacer.
Espero algún día los que aún no lo hacen, puedan entender que el aspecto físico, el cabello de colores, piercings, cortes de cabello, formas de vestir, etc. no definen la capacidad intelectual ni la calidad humana de una persona, que no se puede decidir si una persona es buena o mala por su apariencia física, que lo que realmente importa son sus acciones.
Gracia: Aceptar las manchas en el cuerpo. Reconocer que cierto contenido digital no representa ni honra la realidad.
Soy Gracia. La característica con la que más me ha costado lidiar toda mi vida ha sido con mis manchas en la piel, porque soy muy alérgica entonces luego que aparecen me quedan las cicatrices durante muchísimo tiempo.
Cada momento cuando ves mujeres en anuncios publicitarios, creo que es difícil tener conciencia de que son imágenes retocadas, esto aunque no lo deseemos nos va afectando porque nos va proyectando una imagen de mujeres casi perfectas y es muy difícil no hacer la comparación con una misma, de vernos en esa imagen, luego vernos en el espejo y ver que no somos nada parecidas a lo que vimos, y es aquí cuando es importante tener la conciencia que esas imágenes fueron editadas; no es tan fácil tenerlo presente siempre.
Creo que por eso es muy bueno que ya hay cada vez más marcas o empresas que están empezando a usar menos retoque en las fotos que crean o comparten; influencers que están usando imágenes más reales donde se pueden apreciar estas características comunes que tenemos todas las personas en la vida real, ya sea por el paso de la vida o cuestiones genéticas.
Ojalá esta tendencia vaya aumentando con el tiempo, ya que no tiene que ver sólo con el físico, sino por cómo te sentís, por el tipo de imágenes súper felices o imágenes de una vida perfecta que queremos proyectar en las redes y sabemos todos que no es posible, ya que tenemos ese tipo de días y también días malos, entonces sería bueno promover imágenes más reales, para que no solo las niñas sino que las mujeres adultas vayamos teniendo una vida más libre, menos preocupada de cómo compartimos éstas imágenes de nosotras mismas hacia los demás.
¿Con qué historia te conectaste más?
Estas fotografías las hice en el año 2021 en El Salvador, luego de un llamado a través de redes sociales para tener mujeres voluntarias que pudieran compartir su historia. Gracias por estar leyendo este contenido y habitar este espacio digital, un espacio seguro para interactuar con un contenido que deje un mensaje positivo, que puedas compartir y llegue a otras personas que lo necesiten.